Cómo afectan los dispositivos electrónicos a la piel

 

Imedeen, la marca de productos de tratamientos de cuidado y bienestar para la piel, nos explica los impactos que pueden tener los aparatos electrónicos en la piel y en consecuencia llegar a provocar su envejecimiento.

 

 

La contaminación electromagnética afecta a personas de todas las edades y de cualquier continente. Basta con decir que prácticamente no se puede vivir sin estar conectados. Las cifras son elocuentes al respecto: se estima que el 60% de las personas pasa más de 6 horas al día frente a dispositivos digitales y que, en promedio, cada uno cuenta con 4 dispositivos electrónicos.

 

 

 

 

Al utilizar dispositivos electrónicos nos exponemos a la luz azul que emiten.  La luz azul penetra en la piel y daña todas las capas, acelerando la generación de radicales libres. Esta luz azul tiene múltiples efectos nocivos sobre la piel, pero el más frecuente es la aparición de manchas de difícil tratamiento.

 

 

La piel es el órgano más expuesto a las amenazas y ataques del entorno. Queda directamente expuesta ante la contaminación, los rayos del sol, la suciedad y todos los agentes que nos rodean constantemente. Por eso, es muy importante cuidarla, protegerla e hidratarla a diario con todos los productos que la cosmética nos ofrece.

 

 

Aunque los efectos de esta luz dependen de las condiciones de exposición como la intensidad, la duración y la periodicidad, las características de la luz azul son similares a las causadas por la radiación UVA y UVB. 

 

 

La tu rutina de limpieza, hidratación, nutrición y reparación, es muy importante a la hora de poder prevenir y cuidar la piel ante estas amenazas.  Esto permite purificar las capas de la piel de cualquier acumulación de polución, y también ayuda a protegerla de las agresiones externas.

 

 

 

El resultado es una piel hiperpigmentada, con pérdida de elasticidad, con una barrera epidérmica débil y con signos de envejecimiento prematuro. 

 

 

 

 

 

 

 

Imágenes: Pinterest.com, lamenteesmaravillosa.com, psicologia-online.com. 

Agradecemos a Júlia Gonzalvez Ferrer por el post
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